Hoy regresó la nostalgia; en mi no
es defecto, es mi forma de vida, sombras que se iluminan con abrazos, siempre
ha sido así…
Platicar a mi
interior ya es costumbre, un poco empolvada, nunca olvidada; recuerdo las
tardes sentado en la escalera de la vieja casa mirando al cielo, jugando con
las nubes, asimilando la vida y soñando con ella; entonces era un niño, poco
sabía de obstáculos y caídas, ahora es más difícil permanecer sentado y
perderme en los laberintos del autismo, en aquellos tiempos era sencillo,
engañaba a mis padres; ellos tenían la falsa idea de mi obediencia, muy simple
decían “siéntate ahí y no des guerra”, yo, me limitaba a sentarme y sin
moverme, me dejaba llevar por la brisa del aire, comenzaba a volar mi libertad espiritual.
Separaba mi alma
del cuerpo y desde entonces conocí a soledad, no necesitaba más compañía, crecí
a su lado, seguí sus consejos y me acostumbré a su presencia, pero crecí y como siempre las
circunstancias de la vida, de mi vida, fueron cambiando, tuve que
comprender a la sociedad, ceder un poco de libertad para obtener derechos y
obligaciones, entendí algunas formas, costumbres y formalismos; pero ella
siempre está ahí, aunque la insulte, la ignore o la rechace; a veces, cuando
camino, cuando corro o cuando manejo, volteo y sigue ahí, siempre esperando.
Muchas veces he
enfrentado las reglas de la sociedad, mala elección o lección mal aprendida;
siempre he perdido; tirado en el
suelo, sé que la vida me ha golpeado y el tiempo no se resiste a ser el
último en cada batalla, para él se guarda siempre el golpe final…
Adolorido y
desfigurado en el alma, soledad siempre me levanta, me da la mano y perdona.
Días cargados de
nostalgia, a cambio de Soledad y su compañía!!!
Así como lo escribí en el 2008...
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