Hace algunos
años, cuando estaba en busca de mi identidad y del fundamento de lo que soy,
empecé a divagar en mis carencias, me di cuenta que alguien me había faltado,
inicie un monologo de odio sin sentido, reproche en ausencia lo que
equivocadamente no ví, destroce una y mil veces la imagen de quien sin pensar
ha dado mucho por mí; una charla que he de reconocer bastante rosa, me hizo ver
algunos errores, al sentarme y tratar de reproducir los argumentos de mi
rencor, la dirección de mi sentir cambio, he aquí la imagen de mis sentimientos
pasados …
LA FERIA!!
(CADA QUIEN HABLA COMO LE VA…)
Cuando eres
niño, nada más emocionante que la feria, dar vueltas y vueltas sentado en un
caballito, tirar unas cuantas canicas para ganar un juguete, admirar como papá
le atina a las figuritas de plomo con un rifle, comer algodón de azúcar con un
globo amarrado en la mano, pero no con todos es igual.
Conozco al
hombre más distraído del mundo, capaz de hacer una pregunta de tres formas
diferentes en menos de cinco minutos y en todas ellas encontrar la misma
respuesta y aun así, permanecerá su duda; yo con mi explosividad y él con su
paciencia, así lo quiero, aunque la cuestión de la convivencia aun no sea un
problema solucionado.
De principio
comencé a escribir tratando de abordar la desconfianza que hay con él
(“Promesas y confianza!!”…); una tarde mientras manejaba y recordaba los días
lejanos, caí en la cuenta de que nunca había estado conmigo, por lo menos no
cuando debía; así empecé a reconstruir momentos en los que me hizo falta su
presencia.
Como aquellos
días en que lo único que necesitaba era un abrazo y una palabra de aliento; o
cuando tenía ganas de jugar con el superman que para mí representaba; o las
muchas veces que me quedé esperando en la esquina de la calle su regreso, tan
sólo para preguntarle cómo le había ido; ahí nunca estuvo para mí.
Así, podría
enumerar cientos de veces; pero ya no, por hoy no…
Recordaré mejor
aquella vez que me enseñó a andar en bicicleta, cuando fingía sostenerme y
corría tras de mi hasta que me soltaba y yo confiaba que seguía ahí, me di
cuenta del ardid, cuando me estrellé con el árbol en la esquina de la casa;
ahora, años después, repitió la historia, con su paciencia logró enseñarle lo
mismo a mi hija.
Fue él quien me
enseñó a manejar, a despertarme todos los días temprano y no temerle al
trabajo, quien con su ejemplo me alejó de las drogas, el alcohol y el cigarro,
que puso las herramientas en mis manos y me enseñó a encontrar soluciones, a
guardar una sonrisa y permanecer inexpresivo ante los ojos de los demás.
Así es mi PAPÁ;
con su ausencia me hizo fuerte ante la soledad, me enseño a ser un hombre en
las ocasiones en las que hay que serlo; mucho de lo que soy directa o
indirectamente se lo debo a él; ¡ahora me doy cuenta!, tal vez no crea en sus
promesas, lo más seguro es que nunca esté en el momento más oportuno, pero
siempre puedo confiar en él y sus enseñanzas…
Papá, podría
felicitarte por el día del padre, pero la felicidad más grande es la mía por
tener un PAPÁ como tu!!!
P.D. Hija gracias por los regalos!!! "Don´t ruffle my feathers"...